De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en España hay alrededor de 4,38 millones de personas con algún tipo de discapacidad. Dependiendo del grado de discapacidad que presente, se puede ver comprometida su salud bucodental, ya que son personas que presentan limitaciones para cumplir sus rutinas diarias, entre ellas el cepillado dental.
Prevención en personas con discapacidad.
Debido a que la salud bucodental está relacionada con la salud general, es aun más importante en personas con discapacidad, ya que muchas de ellas pueden presentar problemas de salud o su sistema inmunológico puede estar comprometido.
También es importante prevenir patologías bucales complejas que requieran de tratamientos o procedimientos más complicados y largos, que puedan ser riesgosos para los pacientes con discapacidad.
Los pacientes con discapacidad que puedan tener limitaciones para llevar a cabo una higiene adecuada, son más propensos a acumular placa bacteriana que puede convertirse en sarro o cálculo dental. La presencia de este sarro favorece el desarrollo de enfermedades periodontales, muy perjudiciales tanto para la salud bucal como para la salud general. De igual manera por la falta de higiene también están propensos a padecer de caries dental.
Factores de riesgo en personas con discapacidad
Como ya hemos mencionado anteriormente, las limitaciones para llevar a cabo una correcta higiene bucal, favorece la aparición de enfermedades periodontales y caries dental en personas con discapacidad. Aunque la falta de higiene es un factor de riesgo clave, hay ciertos síndromes y enfermedades que desarrollan condiciones que afectan a la cavidad bucal, como es el caso de la incontinencia salival entre los pacientes con parálisis cerebral o la periodontitis asociada al síndrome de Down.
Otro factor de riesgo en personas con discapacidad son los efectos secundarios asociados a la medicación. Muchos síndromes requieren que las personas tengan que tomar una variedad de medicamentos, los cuales en su mayoría pueden ocasionar efectos negativos sobre los tejidos blandos de la boca y pueden afectar también el flujo salival y la calidad de la saliva.
Entre los efectos secundarios podemos encontrar ardor o dolor en los tejidos bucales, dificultad masticatoria e inflamación generalizada de la cavidad bucal.
Clasificación de las personas con discapacidad para el cuidado bucal.
No todas las discapacidades tienen las mismas limitaciones físicas, motoras o intelectuales. Es por ello que según las habilidades de las personas con discapacidad podemos definirlas en tres grupos:
- Independientes: el paciente puede hacerse cargo por si sólo de su higiene bucal y puede someterse a tratamientos odontológicos de rutina.
- Ayuda parcial: en este grupo ya las personas comienzan a tener ciertas limitaciones para realizar actividades rutinarias por si solos, por lo que acciones como la higiene bucal requieren de supervisión. Los tratamientos odontológicos puede ser que requieran de sedación.
- Ayuda total: es el caso de parálisis cerebrales, donde el paciente no se vale por si mismo y la higiene bucal debe ser realizada en su totalidad por un tercero. En estos casos, para restablecer la salud bucodental en caso de numerosas caries, se debe realizar bajo sedación o anestesia completa.
Estableciendo estos grupos, podemos planificar los cuidados odontológicos y tratamientos de acuerdo a cada caso.
Una discapacidad no debe ser impedimento para poder tener una salud bucal adecuada, muy necesaria cuando se padece de enfermedades sistémicas. El mundo de la Odontología cada vez está más preparado para poder brindarle a estos pacientes la atención que necesitan. Cuidando de ellos y teniendo en cuenta sus necesidades. En Raga Ortodoncia Valencia contamos con profesionales altamente capacitados para cada caso ¡Contáctanos!